El 23 de abril junto con celebrarse el Día Mundial del Libro y de la Lengua Española, se conmemora el Día Mundial de la Lengua Inglesa.
Proclamado por la ONU en 2010, en un intento por fomentar el avance y uso de cada uno de los 6 idiomas oficiales de la organización, y promover el buen entendimiento entre los seres humanos. Es hablado por un número cercano a los 2,000 millones de personas, considerando hablantes nativos y quienes lo estudian como un segundo idioma. Es la lengua de los negocios, las comunicaciones, la diplomacia, las artes y la ciencia, y quienes no tienen un idioma común, cada día usan el inglés como medio de interacción.
De ahí la importancia de su adecuado aprendizaje desde los niveles escolares iniciales, idealmente en grupos reducidos de estudiantes, y con un nivel similar de conocimientos para que, efectivamente, pueda lograrse un avance profundo y duradero.
Conmueve la forma en que los educandos que tienen la oportunidad de interactuar en dicho ambiente de aprendizaje -porque han sido previamente evaluados, y porque aquellas instituciones han acordado su participación en grupos que funcionan en forma paralela y en distintas locaciones- logran avanzar en el estudio de un idioma extranjero
Se forma así un círculo virtuoso y colaborativo en que los niños o jóvenes reconocen su progreso y pueden percibir las posibilidades de avance en sus planes de estudios.
En este contexto, aún un graduado de enseñanza secundaria con un nivel intermedio de conocimientos de inglés puede comenzar a vislumbrar su opción de postular a estudios y becas en el extranjero. Más aún tras obtener un título profesional y acreditar su nivel de inglés rindiendo exámenes internacionales que, de acuerdo al Marco Común Europeo de Idiomas, lo certificarán como un hablante nivel B2 o C1, el que tendrá opciones reales de acceder a programas como Working Holiday u otros.
Son tantas las posibilidades que brinda el manejo del idioma inglés en nuestra vida personal y profesional, y que felizmente cada uno de nosotros, al haber participado de programas de perfeccionamiento y de becas de estudio, hemos tenido la opción de conocer; experiencias que nos han demostrado que, viniendo de Chile, podemos acceder a los grandes centros del conocimiento, para comenzar a ser participantes efectivos de la aldea global.
Es por ello que este momento de reflexión, dejamos la pregunta abierta para imaginar cuántos más podrían interactuar, si efectivamente se diera la instancia en que “las economías emergentes y las naciones en desarrollo reconocen el valor que, cada vez más, tiene para ellas el producir grandes cantidades de graduados que cuenten con las habilidades para comunicarse en inglés».
Susana Quevedo
Teacher of English
Fulbright Exchange Teacher 1990-1991