Describir lo que significa ser Fulbrighter en 300 palabras no es tarea fácil. Puedo partir por los hechos, diciendo que pertenecemos a un grupo de 300.000 personas venidas de 155 países, muchas de las cuales somos profesionales, académicos o pensadores que aspiramos promover el entendimiento entre nuestras naciones y Estados Unidos. Puedo decir que hay algunos que han influenciado a miles de personas con sus ideas y acciones o que otros tantos actúan de embajadores culturales en sus comunidades, compartiendo la experiencia de haber vivido en un país como pocos. Sí, todo esto es verdad, pero también es verdad que lo puedes leer en la web, un folleto o durante una charla informativa.
Pero tal vez más interesante es ilustrar lo que un Fulbrighter vive durante los varios años como estudiante de postgrado en EEUU. He tenido la suerte de estar de intercambio en Finlandia, de hacer un postgrado en Inglaterra y de vivir en España, pero nada se compara con 5 años de una transformación tan única como ser Fulbrighter. Sí, porque la transformación es irreversible y así te lo dirán aquellos que hayan pasado por ella.
Por qué?…
Porque la oportunidad de aprender y trabajar con los mejores y en las mejores universidades, de cultivar la tolerancia y de aprender de nuevas culturas pasa a formar parte de tu día a día como algo natural. Pocas veces en la vida se tiene la oportunidad de hacer amigos de países nacientes como Turkmenistan, de conversar en la lavandería con un vecino de Bangladesh, o de investigar temas impolutos con colegas de nacientes economías asiáticas como Taiwán. Fulbright busca a personas interesantes de entre una abundante gama de razas, profesiones e intereses cuyo denominador común es que tienen un relato que contar, una tarea que cumplir, un desafío pendiente… Los busca, los encuentra y les da las herramientas para lograr esas aspiraciones, para cambiar sus vidas…
Y tú, te anotas?
Patricio Winckler Grez
PhD. in Civil Engineering, MSc.
Escuela de Ingeniería Civil Oceánica
Universidad de Valparaíso