Panamá fue sede de la VII Cumbre of the Americas, el pasado 10 y 11 de abril, jornada que convocó a Jefes de Estado y de Gobierno del hemisferio, en torno al tema: “Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación en las Américas”.

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Es en este contexto, el Prof. Sr. Raúl Allard, becario Fulbright y especialista en temas de Relaciones Internacionales, ofrece en su columna “Cumbre de Panamá: EE.UU. Cuba y América Latina, Acercamientos y otros Desafíos”, una perspectiva crítica sobre la nueva relación que intentan restaurar estos dos símbolos de la antagonía ideológica que modeló a nuestro continente por décadas y los retos que implican, de cara al futuro del crecimiento de la región.

Según el experto, los encuentros en Panamá entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, generaron una atención inusitada y que definitivamente dieron cuenta del irreversible progreso de las negociaciones entre ambas naciones para restablecer sus relaciones bilaterales.  Es así como la cantidad de encuentros donde ambos estuvieron presentes, los contenidos de sus discursos y su participación en la esperada conferencia de prensa oficial,  mantuvieron expectantes a los seguidores del evento. “Obama reiteró lo que hoy parece obvio: las políticas de bloqueo no surtieron los objetivos originales de aislar a Cuba y desestabilizar su régimen, lo que requirió  intentar otras políticas. Castro, por su parte, señaló su aprecio a la figura de Obama y su origen humilde, liberándolo de responsabilidades, que recaen en los diez presidentes anteriores que sostuvieron el bloqueo”.

“Panamá 2015 fue posible por los acuerdos de diciembre pasado que se anunciaron por avisos separados y simultáneos. Los acuerdos de Panamá han tenido el insustituible ingrediente del  encuentro ‘cara a cara’.

Ninguno de los dos presidentes desestimó las dificultades que se presentarán en el camino a la plena normalización. Al mismo tiempo, reiteraron la voluntad política para superarlas. Así, cuando una periodista recordó a Obama que muchos senadores republicanos estaban en contra de terminar el bloqueo, este  respondió ejemplificando con el reconocimiento de la República Popular China y  con el caso de Viet Nam, con el cual EE.UU. sostuvo una guerra prolongada, con resultado negativo, donde murieron 50.000 norteamericanos.

Castro recordó las penurias causadas por el bloqueo y Obama en una relación futura basada en la ‘persuasión’. Persuasión es la palabra clave del ‘poder blando’, estrategia acuñada por Robert Nye que promueve este tipo de interacción por sobre el poder duro o tradicional de las presiones y los atributos de poder ejercidos por las grandes potencias.

¿Cómo transformar el impulso de la Cumbre en tendencias futuras? ¿Cuánto cambio se puede esperar en Cuba?  ¿Es posible la cooperación en otras áreas como la Educación en toda la Región? Algunas ideas:

Primero, estos acontecimientos repercuten positivamente en la región. América Latina pesa más que antes en el mundo global y sus líderes están dispuestos a acompañar el proceso a lo que se agrega la participación de la disidencia cubana en la Cumbre de la Sociedad Civil. Además, las relaciones entre EE.UU .y Cuba  son muy especiales: la gran cercanía geográfica -solo 90 millas- y las interacciones tradicionales hasta los años 50 en turismo, inversiones, comercio, contactos académicos y científicos. A lo que se agregan los lazos familiares. Aunque Cuba no parece tener intenciones de reasumir en forma activa en la OEA  -nunca ha dejado de ser miembro- su presencia en Panamá ya le ha dado un nuevo aire al Sistema Interamericano y puede redundar en cooperación en otras áreas como la educación.

Segundo, el levantamiento del bloqueo se daría, eventualmente, en un contexto de relativa apertura económica y a la inversión extranjera en Cuba. Este es un fenómeno en curso con mucha inversión europea y brasileña y creciente comercio con China. Sin llegar a una estrategia como la de Deng Ziao Ping, Cuba está abriendo su economía a la vez que elimina personas de empleos públicos, lo que implica ampliar oportunidades en el sector privado.

Tercero, el cambio político. Castro estuvo abierto a discutir todos los temas y ejemplificó con los Derechos Humanos y la Libertad de Prensa. Sin duda que van a haber “persuasiones” en este ámbito desde la comunidad internacional, sin que necesariamente cambie a mediano plazo la estructura política básica. Sin embargo, ya se advierten cambios, Raúl Castro ha anunciado su retiro para 2018 y ello abrirá las oportunidades para una nueva generación.

Cuarto, una nueva generación que, al igual que Obama, nació después de la Revolución está ocupando cargos de decisión técnico-política. El 11 de abril, después de los presidentes, el actual Canciller cubano estuvo reunido largamente con la prensa internacional, hablando en castellano y en fluido inglés, mostrando opiniones pragmáticas y abiertas a la cooperación.

Por último, algo que puede ser de interés para nuestra Asociación de Becarios: en Panamá hubo muchas referencias al fortalecimiento de la cooperación a nivel educacional y universitario. Se propuso la idea de una Red Panamericana de  Calidad de la Educación. Se destacó tanto a nivel político como en la Cumbre de la Sociedad Civil el potencial de la educación como instrumento de desarrollo y en la luchas contra las desigualdades. Mejores maestros, mejores estándares de calidad universitaria y mayores niveles de intercambios de estudiantes en ambas direcciones, en pregrado y postgrado. Ojalá que sea un impulso real para profundizar los intercambios entre  EE.UU., América Latina y el Caribe en estas áreas.

Así, vemos un futuro de mayor cooperación entre Cuba, EE.UU. y la región, con el desafío de mayores cambios en la sociedad y crecientes grados de pluralismo y tolerancia. Los acuerdos en actual negociación y las ideas vertidas en la Cumbre  proporcionarían el marco para esos procesos”.

Raúl Allard fue becario Fulbright entre 1961 y 1962 para cursar el Master en Derecho Comparado de Southern Methodist University (SMU) y es el actual director del Programa de Magíster en Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

En el 2014 lanzó su libro “Ambientes Múltiples. Testimonios de cinco décadas en el desarrollo de Valparaíso, Chile y América Latina”, que incorpora cuarenta ensayos sobre algunos de los grandes temas de las últimas décadas desde su perspectiva profesional y  su vasta experiencia en el servicio público. Más información